La Música: la luz de sus ojos
Por IUPI al Día / Dalíz Marie Dávila
Felipe Flores López, es estudiante de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras y actual baterista del Taller de Jazz del Departamento de Música.
A la edad de 9 años comenzó a interesarse por la música. Esto sucedió en la iglesia que se congregaba, confiesa que: “siempre que se acababa el culto corría hacia la batería. En el momento que dije que quería aprender a tocar la batería, muchas personas le sugirieron a mi madre que mejor tomara clases de algún instrumento de viento. Este consejo que ofrecían las personas, era debido a que desde muy pequeño fui diagnosticado como ciego legal con la condición de Level’s Congenital Amaurosis, Low Vision y Nigstagmus, y a consecuencia de esto no tengo visión periferal”. Según la opinión de las personas esto iba a ser una limitación para tocar la batería.
Este Gallito, le explicó a IUPI al Día que por la música siente mucha pasión, respeto y compromiso, ya que a través de ella puede expresarse y conectarse con el cielo. “Inicialmente tomé clases de música por un periodo de seis meses, a las cuales dejé de asistir por razones económicas. Luego comencé a tocar en la iglesia y continué desarrollándome”.
Flores López, no recuerda que ninguna persona en particular le haya motivado a ser músico, simplemente su amor por Dios y el deseo de adorarle a través de la música. “En todo tiempo mi mayor inspiración ha sido Dios. Adicional a esto siempre he tenido el apoyo de mi hermano y amigo Antonio Maldonado, el cuál depositó su confianza en mí y me brindó la oportunidad de comenzar a ser parte del Ministerio de Alabanza y Adoración de la iglesia con tan solo 11 años”. De la misma forma vive agradecido con el profesor Freddy Burgos, quien ha sido una pieza clave en su desarrollo, ya que en estos últimos años con paciencia y sabiduría lo ha guíado en su preparación como músico. Añadió que: “por ultimo, pero no menos importante, al profesor Samuel Morales quien me dió el privilegio y la oportunidad de ser parte del Taller de Jazz de la UPRRP, quien ha sido otra guía y pieza clave en mi crecimiento”.
Su experiencia en la Universidad ha sido muy grata, ya que ha tenido el privilegio de compartir y conocer a grandes músicos y representar la institución en varios lugares de la Isla. “Mi mejor experiencia en el Taller de Jazz podría decir que fue el 1 de noviembre, cuando tuvimos el privilegio de tocar en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce en un tributo a Jaco Pastorius y se homenaje al maestro John Benítez. Realmente las mejores experiencias que he tenido son en los ensayos, donde se nos brindan las herramientas y se nos corrige para poder interpretar buena música”.
Considera que el Departamento de Música, cuenta con excelentes profesores, quienes día a día capacitan a los estudiantes para poder enfrentarse a la carrera de músicos profesionales. A su vez entiende que ha adquirido las herramientas necesarias para sentirse satisfecho en esta etapa de su vida tomando en cuenta que todavía le falta mucho por aprender.
“En el ambiente de la música me gustaría llegar hasta donde Dios me lo permita. Considero que para ser músico es muy importante el compromiso, la disciplina y la pasión por la música”.